El hidruro de oxígeno es incoloro, inodoro e insípido, pero provoca la muerte de miles de personas todos los años. Estas muertes se deben en su mayoría a la inhalación accidental de hidruro de oxígeno, pero éste no es el único riesgo del compuesto. La exposición prolongada a su forma sólida puede provocar graves daños en los tejidos. Algunos síntomas de la ingestión de hidruro de oxígeno son el exceso de sudoración y orina, la sensación de hinchazón, las náuseas, los vómitos y el desequilibrio electrolítico. Este producto crea
adicción, y la retirada del hidruro de oxígeno puede provocar la muerte.
Este compuesto:
- Se conoce también como "ácido hidróxilo", y es el principal componente de la lluvia ácida.
- Contribuye al efecto invernadero.
- Puede provocar graves quemaduras.
- Es una de las causas de la erosión.
- Acelera la corrosión y la oxidación de muchos metales.
- Puede provocar fallos eléctricos y reducir la eficacia de los frenos de los automóviles.
- Se ha encontrado en los tumores extirpados a pacientes terminales de cáncer.
Se ha detectado la presencia de hidruro de oxígeno en todos los acuíferos analizados hasta el momento; se trata de una contaminación que afecta a todo el mundo. Este compuesto se ha encontrado incluso en los hielos antárticos. Recientemente, el hidruro de oxígeno ha provocado grandes pérdidas económicas en el Sertão de Pernambuco (Brasil) y en numerosas zonas costeras.
A pesar del evidente peligro, el hidruro de oxígeno se utiliza a menudo en algunas prácticas agrícolas, como disolvente y refrigerante en procesos industriales, en centrales nucleares, en la producción de plásticos, como agente ignífugo, en muchos experimentos realizados con animales, en la fabricación de pesticidas, como aditivo de algunos alimentos, etc. Incluso después del lavado se mantiene una contaminación residual de este producto químico.
Muchas empresas realizan vertidos de hidruro de oxígeno en ríos y mares, y no es posible detenerlas con medidas legales, porque esta práctica sigue considerándose lícita. El efecto que tiene en la flora y la fauna es considerable, y no podemos seguir pasando por alto este riesgo. La Comisión Europea y el gobierno estadounidense se niegan a regular la producción, distribución y uso de este nocivo compuesto alegando su importancia en la economía. De hecho, algunas organizaciones militares realizan experimentos con hidruro de oxígeno y destinan miles de millones de dólares a la investigación de técnicas para su control y uso en acciones bélicas. Cientos de instalaciones de investigación militar reciben toneladas de este producto a través de una avanzada red subterránea de distribución, y en muchas de ellas se almacenan grandes cantidades.
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